Para proteger el pelo en invierno del frío intenso y de la sequedad de la calefacción, durante estos meses leí en la revista Self que es buenísimo lo siguiente:
dos veces por mes poner acondicionador en el pelo seco y cubrirlo con una toalla húmeda caliente. Dejar puesto por 20 minutos y luego enjuagar. El calor de la toalla permite abrir la cutícula y deja penetrar el tratamiento. Cuando se enfría la toalla, se enfría el pelo y las cutículas se cierran dejando el tratamiento “atrapado” en el cabello.
Voy a probarlo y les cuento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario